San José, día del Padre
Hoy es San José y desde aquí felicitamos a quienes celebran su onomástica así como a los padres en su día.
¡Feliz día!
San José y el niño, Guido Reni |
Poco habrá que nos sea desconocido de San José. Todos conocemos sus dudas, hemos leído el episodio del ángel que se le apareció en sueños, sabemos que fue el esposo de María y, por tanto, padre putativo de Jesús. Conocemos su oficio y que, a pesar de ser de origen humilde, provenía de la estirpe del rey David.
Se nos ha presentado como padre protector que llevó a su familia a Egipto para salvaguardar su seguridad y que se ocupó de la educación de Jesús, fiel a la Ley y a la tradición.
San José es el patrón de la Iglesia Universal, de la buena muerte, de las familias, de los padres, de las mujeres embarazadas, de los viajeros, inmigrantes, artesanos, ingenieros y trabajadores.
La iconografía con la que se representa es casi siempre con el niño en brazos, y en algunas ocasiones lo lleva cogido de la mano; en la otra mano, lleva un bastón con una vara florida que se cree es de almendro, suplantada muchas veces por la azucena o lirio – símbolo de pureza y castidad-. A veces se le representa con las herramientas propias de su oficio de carpintero y, a veces, la paloma del Espíritu Santo aparece sobre las flores de la vara
El culto a San José se inicia en el siglo XVI, siendo los grandes propulsores de este culto Santa Teresa de Jesús y los Carmelitas Descalzos, y San Ignacio de Loyola y la Orden Jesuita.
Santa Teresa declaró su devoción de esta manera tan hermosa:
"Y tomé por abogado y señor al glorioso san José, y encomendéme mucho a él. [...] No me acuerdo hasta ahora haberle suplicado cosa que la haya dejado de hacer. Es cosa que espanta las grandes mercedes que me ha hecho Dios por medio de este bienaventurado santo, de los peligros que me ha librado, así de cuerpo como de alma; que a otros santos parece les dio el Señor gracia para socorrer en una necesidad; a este glorioso santo tengo experiencia que socorre en todas, y que quiere el Señor darnos a entender que así como le fue sujeto en la tierra (que como tenía nombre de padre siendo ayo, le podía mandar), así en el Cielo hace cuanto le pide. [...] Paréceme, ha algunos años, que cada año en su día le pido una cosa y siempre la veo cumplida. Si va algo torcida la petición, él la endereza para más bien mío. [...] Sólo pido, por amor de Dios, que lo pruebe quien no me creyere, y verá por experiencia el gran bien que es encomendarse a este glorioso Patriarca y tenerle devoción. En especial personas de oración siempre le habían de ser aficionadas, que no sé cómo se puede pensar en la Reina de los Ángeles, en el tiempo que tanto pasó con el Niño Jesús, que no den gracias a san José por lo bien que les ayudó en ello. Quien no hallare maestro que le enseñe oración, tome este glorioso santo por maestro, y no errará en el camino."
Teresa de Ávila, Libro de la Vida, cap. 6, nn. 6-8.
El Papa Francisco describe a San José con estas palabras: "Un padre amado, un padre en la ternura, en la obediencia y en la acogida; un padre de valentía creativa, un trabajador, siempre en la sombra"
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