San Antonio

"El Santo de todo el mundo", así llamaba el Papa León XII a San Antonio porque por todas partes se puede encontrar su imagen y devoción. Desde aquí deseamos un feliz día a quienes comparten nombre con este santo que además es el titular de nuestra iglesia.


San Antonio, El Greco

Hijo de padres nobles, nació en Lisboa, en 1195 y fue bautizado con el nombre de Fernando.
Los canónigos de la catedral se ocuparon de su primera formación, hasta que con quince años entra en el convento agustino de San Vicente. Pasados unos dos años y con el permiso de los religiosos se traslada a Coímbra, por entonces la capital de Portugal, donde surge otra abadía de los canónigos agustinos. Allí permanecerá ocho años, profundizando en su formación religiosa y dedicándose al estudio de las ciencias humanas, bíblicas y teológicas: los frutos de este estudio lo convertirán en uno de los eclesiásticos más cultos de la Europa de los inicios del siglo XIII.

En 1220 Fernando, por primera vez, entra en contacto con los frailes menores, religiosos fundados por Francisco de Asís. Este encuentro será fundamental en el camino de fe del joven religioso y en 1220 decide dejar a los canónigos agustinos para entrar a formar parte de los seguidores de Francisco de Asís. Por este motivo cambia el nombre de su bautismo por el de Antonio.

Pronto adquiere vocación misionera y estaba dispuesto, incluso, al martirio. Con intención de predicar a los sarracenos se fue a Marruecos, pero una severa enfermedad lo obligó a retornar. El barco en que regresaba, empujado por vientos contrarios va a dar a Sicilia, con un desastroso naufragio.
Tras un par de meses de convalecencia, desde Sicilia se dirige a Asís donde se encontrará con San Francisco de Asís.
Era un gran predicador y fue enviado al norte de Italia y del sur de Francia para animar con su predicación del Evangelio a las gentes y a los pueblos, a menudo confundidos por los movimientos heréticos que se difundían en aquel tiempo. 

Hacia el fin de 1223 se le propone enseñar teología en Bolonia, tarea que realiza durante dos años, a la edad de 28-30 años.

Llegó a ser Ministro Provincial del norte de Italia de 1227-1230. El encargo comporta la visita a los numerosos conventos de la Italia septentrional. Antonio demostrará enseguida preferir la ciudad de Padua y la pequeña comunidad franciscana junto a la de Santa María Mater Domini.

En esta ciudad, Antonio se quedará durante dos breves períodos de tiempo, cerca uno del otro: el primero entre 1229 y 1230; el segundo entre 1230 y 1231, durante el cual muere prematuramente, a la edad de 36 años,  murmurando las palabras "Veo a mi Señor"

Antonio es sepultado en Padua, en la iglesita de Santa María Mater Domini.
Al año de su muerte, la devoción de los paduanos y la fama de tantos prodigios realizados convencen al papa Gregorio IX a ratificar rápidamente la canonización, o sea, a proclamarlo santo el 30 de mayo de 1232, sólo 11 meses después de la muerte.

En 1946 la Iglesia proclama a san Antonio de Padua "Doctor de la Iglesia Universal", con el título de Doctor Evangelicus.

Los atributos con los que suele aparecer representado son: Libro (Biblia), vara de azucenas (lirios de San Antonio), Niño Jesús, Custodia.



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